Los salarios deben recuperar poder adquisitivo para relanzar la economía y el empleo

Fecha: 02 Jun 2014

​El IPC de febrero refleja la difícil situación de la economía española. La caída de renta de las familias, de los pensionistas y trabajadores, como consecuencia de las políticas de recorte del Gobierno provoca un estancamiento del consumo y, por tanto, el debilitamiento de la demanda interna, imprescindible para relanzar la actividad y el empleo. Hoy tenemos un país más pobre y más desigual, pese a la euforia de la recuperación de la que hace gala el Gobierno. UGT defenderá que los salarios recuperen poder adquisitivo y el fortalecimiento de los sistemas de protección social. El sindicato contrapone a la estrategia del recorte del Gobierno, otras alternativas más justas y solidarias, para lograr que nuestra economía sea competitiva, a través de la mejora de la productividad y del valor añadido, de la generación y el mantenimiento de empleos de calidad y del fortalecimiento de nuestro Estado de Bienestar, entre otros factores.

Según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios de Consumo (IPC) situó su tasa de variación anual en el mes de febrero de 2014 en el 0,0%, dos décimas por debajo de la registrada en el mes anterior. Esta moderación ha venido provocada por el comportamiento del grupo de transporte, dados los menores precios de los carburantes y lubricantes en relación a los de febrero de 2013, y por el grupo de medicina, debido a la estabilidad registrada por los precios de los medicamentos y otros productos farmacéuticos este mes, en comparación con el aumento del año pasado. Por su parte, la tasa de variación mensual del IPC ha sido del 0,0%, aumentando un punto y tres décimas con respecto a la tasa registrada en enero.

La inflación subyacente, que mide la variación general de precios descontando los alimentos no elaborados y los productos energéticos, ha descendido una décima, hasta situar su tasa anual en el 0,1%.

En lo que se refiere al Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), la tasa de variación anual se ha situado en el 0,1%, dos décimas menos que en el mes de enero. Mientras, la tasa de variación interanual del IPCA de la Zona Euro aumenta una décima hasta situarse en el 0,8%. De este modo, la brecha entre el IPCA de España y el de la Zona Euro aumenta hasta las siete décimas porcentuales, con lo que los productos españoles continúan ganando productividad vía precios.

Conclusiones

Los datos de la inflación en nuestro país conocidos hoy no dejan duda sobre la difícil situación por la que atraviesa la economía española, especialmente en relación al consumo, sumido en un profundo estancamiento, y por ende, la demanda interna, muy debilitada. La paralización de la economía es fruto, entre otros factores, de la caída de la renta de las familias, de los pensionistas y de los trabajadores, como consecuencia de la actuación deliberada del Gobierno y de la difícil situación del mercado de trabajo en España, que se traduce en un debilitamiento de los derechos de los trabajadores, pero también en un empobrecimiento cada vez más extendido de la población en general, y de la población trabajadora en particular.

Esta situación se puso de nuevo de manifiesto en los datos de contabilidad nacional del último trimestre de 2013, conocidos el pasado mes de febrero, según los cuales la remuneración de los asalariados ha caído un 3,5% en 2013 respecto al año anterior y la contribución de la demanda nacional al producto interior bruto ha descendido un 2,7%. Pero es que además, los excedentes brutos de explotación han aumentado un 1,3% en el mismo periodo, lo que muestra el desigual comportamiento de la remuneración de los distintos factores de la producción en nuestro país, de lo que se deduce que los beneficios empresariales siguen creciendo frente a las pérdidas de los trabajadores derivada de la devaluación salarial instaurada en nuestro país.

Y para poder amortiguar esta situación, conviene destacar el papel fundamental de la negociación colectiva, único instrumento que aún sobrevive para evitar un mayor empobrecimiento de los trabajadores, a pesar de las dificultades que atraviesa provocadas por las reformas laborales sucesivas impuestas desde el año 2012. Ya en el año 2013, el incremento salarial medio fue 0,57%, para un total de 5.040.545 trabajadores, de forma que se vio minorado el deterioro de su poder adquisitivo gracias a este instrumento (frente al incremento medio de los precios en 2013, que alcanzó el 1,4%). Y en esta línea hay que destacar que los convenios registrados hasta el mes de febrero de 2014 han tenido una subida salarial media del 0,60%. En este sentido, no cabe sino criticar la propuesta reciente de la CEOE en la que prevén un crecimiento del 1,2% de la economía española en 2014 y del 1,8% en 2015, en un escenario de contención salarial en ambos años, situación del todo inaceptable para UGT, que insiste en la necesidad de recuperar el poder adquisitivo de los salarios para impulsar el consumo de las familias y la demanda interna, condición imprescindible para lograr esa recuperación de la economía en España.

Pero en cualquier caso, el escenario que nos rodea sigue caracterizado por el debilitamiento del empleo y de los trabajadores, el deterioro deliberado y continuado de los servicios públicos a través de su asfixia financiera, y el aumento de las desigualdades y la extensión de la pobreza, todo ello fruto de las decisiones unilaterales del Gobierno de España y de la Troika europea. Y esta situación pone en evidencia la euforia desmedida de nuestro Gobierno y de algunas instituciones que ya señalan que España ha salido de la crisis. Según UGT, para que el fin de la crisis sea una realidad, son imprescindibles unas bases económicas y sociales sólidas y sostenibles, que pasan por dinamizar el consumo y de la demanda interna mediante la recuperación del papel central de los salarios, que deben crecer no sólo en términos nominales, sino también reales. Porque solo a través del fortalecimiento del trabajo y los salarios y de los sistemas de protección social se puede impulsar la reactivación económica y la creación de empleo. Y porque frente a la estrategia del recorte, de la devaluación salarial, del desmantelamiento del Estado de Bienestar y del debilitamiento de los trabajadores, hay alternativas. Alternativas que desde UGT hemos recogido en nuestro documento “Hacia un nuevo modelo económico y social en España”, que detalla propuestas para lograr que nuestra economía sea competitiva, a través de la mejora de la productividad y del valor añadido, de la generación y el mantenimiento de empleos de calidad, y del fortalecimiento de nuestro Estado de Bienestar, entre otros factores, todos ellos imprescindibles para que la salida de la crisis sea lo menos injusta y desigual posible, y para que esta vez sí logremos recuperar la economía y el empleo en nuestro país.

Fuente: UGT